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Proceso de producción de glutamato monosódico

Caña de azúcar, remolacha azucarera o almidón
Fermentación microbiana

Biochem  

Turnkey

Separación celular y purificación de ácido glutámico
Neutralización y formación de glutamato monosódico
Evaporación
Intercambio iónico
Secado
Tamizado
Glutamato monosódico

Glutamato monosódico

  • La producción de glutamato monosódico (GMS) es esencialmente un proceso biotecnológico realizado mediante fermentación microbiana. En la etapa inicial del proceso, se utiliza glucosa derivada de la caña de azúcar, la remolacha azucarera o materias primas a base de almidón como sustrato de fermentación. A esta fuente de carbono, se le añade nitrógeno y diversas sales minerales para crear un medio nutritivo que favorece el crecimiento de microorganismos y la producción de ácido glutámico. En este entorno, se suelen utilizar especies de Corynebacterium glutamicum. Estas bacterias convierten la glucosa en ácido glutámico en condiciones controladas en biorreactores, manteniendo una temperatura óptima (30-34 °C), un pH (6,5-7,5), niveles de oxígeno disuelto y agitación.

  • Una vez finalizada la fermentación, el caldo resultante se somete a centrifugación o filtración para separar el ácido glutámico de las células microbianas residuales y otros subproductos. La solución de ácido glutámico recuperada se neutraliza con hidróxido de sodio (NaOH) para convertirla en glutamato monosódico. En esta etapa, el ácido glutámico reacciona con los iones de sodio para formar glutamato monosódico (GMS) en la solución.

  • La solución de GMS se concentra por evaporación y se enfría en tanques de cristalización para permitir la formación de cristales puros de GMS. Estos cristales se separan de la fase líquida mediante centrifugación y se envían a la unidad de secado para reducir su contenido de humedad. Los cristales de GMS secos se tamizan para estandarizar el tamaño de partícula y se envasan en condiciones higiénicas mediante sistemas automatizados para su venta.

  • El control de calidad es fundamental durante todo el proceso. Se supervisan rigurosamente la prevención de la contaminación microbiana durante la fermentación, el control preciso de parámetros como el pH y la temperatura, y la pureza y el tamaño de las partículas del producto final. En las instalaciones modernas, la mayoría de estos pasos se gestionan con sistemas automatizados y se llevan a cabo de acuerdo con principios de producción sostenible que minimizan el impacto ambiental.

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